Josè Becerra Moncada, oriundo del Municipio de Sardinata en Norte de Santander, campesino de la regiòn, recuerda con mucha tristeza reflejada en sus ojos aun despuès de 10 años, como un 20 de Abril de 1999, la violencia arrebato de su lado a su mano derecha y mayor apoyo su hijo Emilio Becerra Moncada.
Despuès de la desapariciòn de su progenitor, segùn Josè Moncada, poco se supo, pues nunca obtuvo informaciòn concreta y exacta por parte de las autoridades competentes sobre, quièn, còmo y porque la violencia le habìa arrebatado a su ser amado, la ùnica respuesta clara y precisa segùn èl, fue la suministrada por los campesinos y amigos del sector que vieron como 9 hombres fuertemente armados, intimidaron a las personas que se encontraban compartiendo con su hijo y sin mediar palabra alguna, lo raptaron y se lo llevaron a la fuerza, nunca màs don Josè, volviò a saber nada de su hijo, hasta el 22 de junio de 1999.
Cuando las autoridades volvieron a tener comunicaciòn con Don Josè Becerra Moncada, por medio de una llamada telefònica, dicièndole que el cuerpo de su hijo habìa sido encontrado sin vida, en orillas del Rio La Grita, ubicado en la frontera de Colombia y Venezuela, el hombre desconsolado, guardaba la esperanza que el cuerpo encontrado no fuera el de su progenitor, sino que se tratara de una equivocaciòn, se dirigiò a la zona donde era esperado por todas las autoridades para el reconocimiento del cuerpo sin vida.
Segùn cuenta, Josè, fueron los momentos màs dolorosos de su vida cuando tuvo que reconocer y aceptar que el cuerpo encontrado efectivamente era el de su hijo Emilio, momentos de pànico, làgrimas y dolor reflejados en su rostro al momento de aceptar la triste realidad, pero nunca supo el porquè de la muerte de su hijo, un joven de apenas 24 años que segùn su padre, su hijo nunca le hizo un mal a nadie, era un joven tranquilo y trabajador, nunca habìa recibido amenazas por parte de ningùn grupo, ni tampoco de alguna persona. Según el padre de Emilio la muerte de su progenitor se quedo en la impunidad y nunca pudo saber porque un 20 de Abril de 1999, la terrible ola de violencia y muerte selectiva que aquejaba en esa època la regiòn, se le habia llevado a su ser querido.
Hoy nueve años despues se vuelven a presentar este tipo de hechos, como son los casos de muertes selectivas y desplazamientos forzosos que se estàn presentando en Colombia especialmente en Norte de Santander.
En los primeros 45 dìas del año 2009, han sido registradas 60 denuncias de desaparicion forzada, de las cuales 40 de ellas pertenecen al municipio de Tibu, los cuerpos sin vida segùn denuncias de los familiares han sido arrojados a los Rios venezolanos especialmente en el Rio La Grita, donde segùn Wilfrido Cañizares, Director Regional de la Fundaciòn Progresar en Norte de Santander, afirma que, “ las cifras en el estado Tàchira de personas asesinadas sigue en aumento, donde segùn las autoridades venezolanas es de colombianos que han sido arrojados allà”.
Estos casos de violencia tambièn se vienen presentando en Puerto Santander, Villa del Rosario y Juan Frio, donde desaparecen a las personas y dejan los cuerpos sin vida en los Llanos de San Jorge situados al frente de Villa del Rosario y en las orillas de los rìos Zulia y Pamplonita. Según el director de Progresar, “ los autores de estos homicidios prohibieron a la comunidad y pescadores, recoger los cadàveres que encuentren a lo largo y ancho de los rìon Zulia y Pamplonita”.
La historia se repite despuès de 10 años, Wilfrido Cañizares afirma que son muy desafortunados los hechos de muertes y homicidios que se han venido presentando y que “ no se puede permitir que la historia de 1999 al año 2005 se repita en el Departamento” , tambien en un tono euforico dice que, “ desafortunadamente las autoridades tienen una mirada demasiado simplista, hay autoridades que solo piensan en sus instituciones, en sus carreras, antes de asumir con la verdad los hechos de violencia, porque en la medida que sigamos mintiendo y escondiendo la realidad, pues las medidas y las estrategias van hacer equivocadas”.
Despuès de la desapariciòn de su progenitor, segùn Josè Moncada, poco se supo, pues nunca obtuvo informaciòn concreta y exacta por parte de las autoridades competentes sobre, quièn, còmo y porque la violencia le habìa arrebatado a su ser amado, la ùnica respuesta clara y precisa segùn èl, fue la suministrada por los campesinos y amigos del sector que vieron como 9 hombres fuertemente armados, intimidaron a las personas que se encontraban compartiendo con su hijo y sin mediar palabra alguna, lo raptaron y se lo llevaron a la fuerza, nunca màs don Josè, volviò a saber nada de su hijo, hasta el 22 de junio de 1999.
Cuando las autoridades volvieron a tener comunicaciòn con Don Josè Becerra Moncada, por medio de una llamada telefònica, dicièndole que el cuerpo de su hijo habìa sido encontrado sin vida, en orillas del Rio La Grita, ubicado en la frontera de Colombia y Venezuela, el hombre desconsolado, guardaba la esperanza que el cuerpo encontrado no fuera el de su progenitor, sino que se tratara de una equivocaciòn, se dirigiò a la zona donde era esperado por todas las autoridades para el reconocimiento del cuerpo sin vida.
Segùn cuenta, Josè, fueron los momentos màs dolorosos de su vida cuando tuvo que reconocer y aceptar que el cuerpo encontrado efectivamente era el de su hijo Emilio, momentos de pànico, làgrimas y dolor reflejados en su rostro al momento de aceptar la triste realidad, pero nunca supo el porquè de la muerte de su hijo, un joven de apenas 24 años que segùn su padre, su hijo nunca le hizo un mal a nadie, era un joven tranquilo y trabajador, nunca habìa recibido amenazas por parte de ningùn grupo, ni tampoco de alguna persona. Según el padre de Emilio la muerte de su progenitor se quedo en la impunidad y nunca pudo saber porque un 20 de Abril de 1999, la terrible ola de violencia y muerte selectiva que aquejaba en esa època la regiòn, se le habia llevado a su ser querido.
Hoy nueve años despues se vuelven a presentar este tipo de hechos, como son los casos de muertes selectivas y desplazamientos forzosos que se estàn presentando en Colombia especialmente en Norte de Santander.
En los primeros 45 dìas del año 2009, han sido registradas 60 denuncias de desaparicion forzada, de las cuales 40 de ellas pertenecen al municipio de Tibu, los cuerpos sin vida segùn denuncias de los familiares han sido arrojados a los Rios venezolanos especialmente en el Rio La Grita, donde segùn Wilfrido Cañizares, Director Regional de la Fundaciòn Progresar en Norte de Santander, afirma que, “ las cifras en el estado Tàchira de personas asesinadas sigue en aumento, donde segùn las autoridades venezolanas es de colombianos que han sido arrojados allà”.
Estos casos de violencia tambièn se vienen presentando en Puerto Santander, Villa del Rosario y Juan Frio, donde desaparecen a las personas y dejan los cuerpos sin vida en los Llanos de San Jorge situados al frente de Villa del Rosario y en las orillas de los rìos Zulia y Pamplonita. Según el director de Progresar, “ los autores de estos homicidios prohibieron a la comunidad y pescadores, recoger los cadàveres que encuentren a lo largo y ancho de los rìon Zulia y Pamplonita”.
La historia se repite despuès de 10 años, Wilfrido Cañizares afirma que son muy desafortunados los hechos de muertes y homicidios que se han venido presentando y que “ no se puede permitir que la historia de 1999 al año 2005 se repita en el Departamento” , tambien en un tono euforico dice que, “ desafortunadamente las autoridades tienen una mirada demasiado simplista, hay autoridades que solo piensan en sus instituciones, en sus carreras, antes de asumir con la verdad los hechos de violencia, porque en la medida que sigamos mintiendo y escondiendo la realidad, pues las medidas y las estrategias van hacer equivocadas”.
La provincia de Ocaña tampoco escapa a los recientes hechos de violencia y desplazamiento forzoso que por estos días alarma a la población y autoridades competentes, esta provincia hace parte de la región del Catatumbo y es la puerta de entrada a esta zona, en municipios como, San Calixto, El Tarra, Convención, El Carmen y Acari; Ocaña es también la puerta de acceso al sur del Cesar y Bolívar, en los municipios de Aguachica y Rio de Oro en el Cesar y Simiti en Bolívar, que tienen unas especiales condiciones de conflicto armado y pobreza , por esta razón se ven en la necesidad de irse de sus tierras perdiéndo todo lo que han construido a lo largo de los años, buscando refugios en otras regiones en este caso en la Provincia de Ocaña en Norte de Santander.
Según el Alcalde de este Municipio el Doctor, Yebrail Haddad Linero, La Provincia alberga a 8.000 mil núcleos familiares en situación de desplazamiento, "el año pasado el Municipio presto atenciones de emergencia humanitaria por más de 80 millones de pesos para los desplazados, este año tenemos contemplados una inversión de 1.400 millones de pesos sin precedentes en el presupuesto municipal, para atender población en situación de desplazamiento frente a las necesidades de vivienda”, afirma el Alcalde.
Aunque según el Alcalde los índices de criminalidad han disminuido, en los últimos 15 días se han registrado 4 homicidios de muertas violentas en Ocaña y 3 en el Municipio de Abrego la semana pasada, estos últimos hechos motivaron a Yebrail Haddad, a una reunión con el Vicepresidente de la República, Doctor, Francisco Santos, en donde el tema central fue la alteración del orden público en este municipio.
El Alcalde dijo que no le preocupaba tanto la actuación de la Policía Nacional y que ha recibido un gran respaldo del Coronel, Richard Portilla, Comandante de la policía en Norte de Santander, de la misma manera del Mayor, Mauricio Cárdenas, Comandante del Quinto Distrito Especial de Policía, al igual que del Mayor, Carlos Alberto Pardo, Comandante del Segundo Distrito de Policial en Ocaña.
“La preocupación es por el desarrollo de la inteligencia lo que significa, Policía Judicial, Sijin y grupos de inteligencia, porque no se han logrado el numero de allanamientos esperados, ni de capturas”, afirma el Alcalde de Ocaña.
Aunque según el Alcalde los índices de criminalidad han disminuido, en los últimos 15 días se han registrado 4 homicidios de muertas violentas en Ocaña y 3 en el Municipio de Abrego la semana pasada, estos últimos hechos motivaron a Yebrail Haddad, a una reunión con el Vicepresidente de la República, Doctor, Francisco Santos, en donde el tema central fue la alteración del orden público en este municipio.
El Alcalde dijo que no le preocupaba tanto la actuación de la Policía Nacional y que ha recibido un gran respaldo del Coronel, Richard Portilla, Comandante de la policía en Norte de Santander, de la misma manera del Mayor, Mauricio Cárdenas, Comandante del Quinto Distrito Especial de Policía, al igual que del Mayor, Carlos Alberto Pardo, Comandante del Segundo Distrito de Policial en Ocaña.
“La preocupación es por el desarrollo de la inteligencia lo que significa, Policía Judicial, Sijin y grupos de inteligencia, porque no se han logrado el numero de allanamientos esperados, ni de capturas”, afirma el Alcalde de Ocaña.
Aunque según el Alcalde los índices de criminalidad han disminuido, en los últimos 15 días se han registrado 4 homicidios de muertas violentas en Ocaña y 3 en el Municipio de Abrego la semana pasada, estos últimos hechos motivaron a Yebrail Haddad, a una reunión con el Vicepresidente de la República, Doctor, Francisco Santos, en donde el tema central fue la alteración del orden público en este municipio.
El Alcalde dijo que no le preocupaba tanto la actuación de la Policía Nacional y que ha recibido un gran respaldo del Coronel, Richard Portilla, Comandante de la policía en Norte de Santander, de la misma manera del Mayor, Mauricio Cárdenas, Comandante del Quinto Distrito Especial de Policía, al igual que del Mayor, Carlos Alberto Pardo, Comandante del Segundo Distrito de Policial en Ocaña.
“La preocupación es por el desarrollo de la inteligencia lo que significa, Policía Judicial, Sijin y grupos de inteligencia, porque no se han logrado el numero de allanamientos esperados, ni de capturas”, afirma el Alcalde de Ocaña.
Hasta el momento solo se han judicializados pocas personas, pero es indudable, que la nueva ola de violencia en lo que tiene que ver con muertes selectivas y desplazamiento forzoso, nos remite nuevamente al pasado, en donde en los años de 1999 hasta el 2005, aproximadamente, era más evidente este tipo de violencia, así, como el caso de José Becerra Moncada, que perdió a su hijo, y solo 9 años después alguien lo escucho, así como este caso, habrá muchos sucesos de esta magnitud, que quizás se habrán quedado en el olvido.
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